El DSM-5 cataloga los criterios diagnósticos del Trastorno Específico del Aprendizaje de la siguiente manera:
DIFICULTADES EN EL APRENDIZAJE Y USO DE LAS APTITUDES ACADÉMICAS, con la presencia de, al menos, uno de los siguientes síntomas y que hayan persistido como mínimo durante seis meses a pesar de la intervención específica. Son estos:
– Lectura de palabras imprecisa o lenta con esfuerzo.
– Dificultad para comprender el significado de lo que se lee.
– Dificultad ortográfica.
– Dificultad para la expresión escrita.
– Dificultad para dominar los datos numéricos o el cálculo.
– Dificultad con el razonamiento matemático.
LAS APTITUDES ACADÉMICAS AFECTADAS ESTÁN POR DEBAJO DE LO ESPERADO PARA LA EDAD CRONOLÓGICA.
LAS DIFICULTADES DE APRENDIZAJE NO SE EXPLICAN POR LA PRESENCIA DE DISCAPACIDADES INTELECTUALES, TRASTORNOS VISUALES O AUDITIVOS NO CORREGIDOS, OTROS TRASTORNOS MENTALES O NEUROLÓGICOS, ADVERSIDAD PSICOSOCIAL, FALTA DEL DOMINO DEL LENGUAJE O UNA DEFICIENTE ESCOLARIZACIÓN.
Por último queremos volver a señalar la importancia de una intervención adecuada por parte del especialista para intentar que la brecha con su grupo de edad sea la menor posible y pueda llegar a unos buenos niveles de competencia.